¿Andas con un tóxico?

Si algo importante tenemos que decir antes de entrar en estos temas es que ninguna relación es perfecta porque ninguna persona es perfecta. Pero eso no le da un pase gratuito a que alguien te manipule o te trate mal. La toxicidad en una relación puede ser algo bien denso de manejar y determinar si estás teniendo problemas constantes en tu relación o está pasando algo peor puede ser muy difícil. Y muchas veces, sobre todo por la cultura en la que hemos crecido, es muy difícil diferenciar entre problemas normales dentro de una relación y hábitos tóxicos. 

Pero aquí te dejo unas señales sutiles para que puedas ver si estás dentro de una relación tóxica. Y todas son razón suficiente para que le digas: Thank you, next. 

Dicen que les gustas un chingo pero solo tienen tiempo para verte unas cuantas veces al mes. 

Si alguien está tratando de crear un vínculo contigo va a ofrecer más que solo verbo. Y van a hacer tiempo para ti, te lo dice una capricornio. Nadie nunca está demasiado ocupado para no tener tiempo para alguien con quien tienen un interés genuino de estar. No solo eso, si estás involucrada con una persona que no solo no tiene tiempo de verte pero también rara vez se comunica contigo, sean mensajes, vn, o llamadas. Y para ponerle la cereza al pastel tóxico, las veces que sí se ven se encarga de recordarte que tú eres la que siempre anda ocupada. 

Dicen que eres increíble pero siempre encuentran algo que ciritcar. 

Esta es la típica persona que te dice cosas que te hacen sentir como la última y única coca del desierto pero al mismo tiempo… “usas mucho maquillaje” o “eres demasiado callada” o “No eres buena escuchando”. ¿Me explico? 

Y honestamente, andar saliendo con una persona que no te apoya tal cual eres y siempre encuentra algo que podría ser mejorado es señal suficiente para que tu mejores con quien pasas tu tiempo. Dile next. 

Son buenos para hablar de sus problemas pero no escuchan los tuyos. 

Este tipo de persona espera que siempre estés ahí para cuando la pasen difícil. Cuando algo mal pasa en su vida, tú tienes que estar ahí para ayudarles a que se sientan mejor. Ya sea escuchando, dando ánimos, invitando un café o incluso prestando dinero.
Pero cuando las cosas se ponen difíciles para ti o quieres compartir algo tú, la conversación rápidamente regresa a la otra persona. 

Recuerda que las relaciones sanas son de dos. Y ambos tienen que poner de su parte siempre. 

Se ponen celosos cuando las cosas van bien para ti. 

Las personas turbo inseguras no pueden sentirse bien cuando algo bueno te pasa y tienden a minimizar tu éxito para poder hablar del suyo, o pueden actuar resentidos, pasivo-agresivos, emocionalmente distantes, celosos o super bajoneados en vez de estar totalmente felices y orgullosos de ti. Cuando eso pasa, corre de ahí. 

Nunca están mal y por nada del mundo pueden pedir perdón. 

A nadie le gusta estar mal. Pero cuando alguien siempre tiene que tener la razón incluso cuando evidentemente cometieron un error y no pueden admitir un mal comportamiento o que actuaron mal, es una mega red flag. 

Están turbo mega ultra enamoradísimos de ti, aunque sólo llevan saliendo unos cuantos meses.

Al principio esto se puede sentir halagador y bonito. Pero casi siempre es una señal de que hay algo no bien con esa persona. Y con eso no estoy diciendo que no mereces ser adorada con pasión, pero el amor es algo que se construye lento, con el paso de meses o incluso años en los que conoces y aceptar a la otra persona, con fallas y todo.
Si estás recibiendo arreglos de flores caros, 10 llamadas al día, un millón de textos cuando no contestas rápido, corre de ahí. Para este tipo de personas la pasión puede terminar siendo posesión. Y guacala con eso.